A principios de año hubo un intento de modificación de la Ordenanza que fue detenido por la presión de la Junta del Alarde Municipal Sin embargo, el 24 de marzo de 2000 el Alcalde firmó la propuesta definitiva en la que: no se elegiría al General, no se entregaría la bandera, no se desfilaría junto al Cabildo Secular y se cambiaría el horario de la arrancada, que pasaría a ser sobre las 10 de la mañana. En resumen, desaparecía la relación entre el Alarde y el Ayuntamiento.
El día 4 de mayo la Asamblea general del Alarde Oficial de Irun condicionó su celebración a que se llevara a cabo "dignamente" lo que se traducía en el cumplimiento de determinados requisitos por parte del Ayuntamiento:que sufragara el Alarde Oficial en su integridad, que respetara los horarios establecidos en la Ordenanza sin seguir intentando modificarla, que nombrara al General y que hiciera un llamamiento público para que la ciudadanía participara en el desfile mixto. La medida de presión no causó demasiado efecto y el día 24 de mayo se realiza una rueda de prensa en la que declinaron organizar el Alarde Municipal, afirmando que el Ayuntamiento no sólo no había propiciado un Alarde unitario sino que incluso había apoyado el Alarde discriminatorio.
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