La Tamborrada. Su nombre solamente escuchado, contagia alegría y ganas de saltar.
Es una banda de pífanos y tambores, con identidad propia, y dirigida por un Tambor Mayor. Su posición en el Alarde es privilegiada, tras los Hatxeros, a la cabeza del desfile, y eso hace que sea reconocida fácilmente, por eso y porque es la única unidad que no lleva armas, además de la Banda de Música.
La Tamborrada tiene su alma gemela: La Banda de Música. Pero esta no le resta protagonismo, al contrario, se complementan de tal manera, que una sin la otra no tendrían razón de ser. De hecho, la Tamborrada nació de la Banda de Música, pero es en 1919 cuando se separan definitivamente y desfilan independientemente.
Qué hay más emocionante en el Alarde que escuchar el “tteiro” a la Tamborrada y a la vez la Banda de Música interpretar el Himno de San Marcial o a ambas tocar el Joló en la Iglesia del Junkal. El público a su paso estalla de alegría y es cuando afloran las emociones.
En la Tamborrada, es de reseñar el papel de la cantinera, y es que tiene una peculiaridad, en esta formación va delante, en primera fila y contagiando alegría a su paso.
Pero en esta Tamborrada hombres y mujeres disfrutan por igual, con el tambor, con el pífano o de cantinera. Lo importante es la fiesta, disfrutarla y compartirla.