Siendo uno de los barrios más apartados del centro, todos los 30 de junio la sensación de empezar a llenar de música y color las calles de nuestro barrio, es el desayuno de muchos de nosotros.
Esos primeros pasos se mezclan con la alegría de conducir a nuestra cantinera al encuentro de la cuesta San Marcial, donde se da comienzo oficial a este día. Sólo de pensar en la emoción de ver la calle llena de gente expectante acorta el camino.
Desfilando todos juntos, hombres y mujeres, marcando el paso al son de txibilitos y tambores, recorremos la calle Anaka hasta llegar al Paseo Colón, con una sonrisa en la boca y sintiendo un hormigueo por todo el cuerpo, marchamos alegres para juntarnos con el resto del Alarde.
En la Plaza Urdanibia nos juntamos con el resto de compañías y unidades a la espera de que el sonido del cornetín marque la arrancada, comienza el Alarde y empezamos a subir la cuesta San Marcial para disfrutar de un día lleno de emociones.